¿Cómo escoger buenos títulos?

Ideas para proponer un título

El título es un elemento clave para captar el interés de los alumnos, por lo que es fundamental elegirlo bien. Para que funcione, este debe ser:

  • Claro y unívoco.
  • Sintético, es decir, ha de captar la esencia del reto planteado.
  • Motivador.
  • Fácil de recordar.

Un buen título puede ser un enunciado, una pregunta, una exclamación o incluso expresar una duda... Por ejemplo:

  • Sea cuál sea el tiempo (proyecto sobre los climas de la Tierra).
  • ¿Podremos llegar a Ítaca? (proyecto sobre la obra de Homero La Odisea).
  • ¡Eureka! (proyecto sobre la ciencia en la Antigua Grecia).
  • El tercero desde el Sol (proyecto sobre el sistema solar).
     

Sugerencias

Te sugerimos tener en cuenta a los alumnos a la hora de elegirlo. Puedes emplear las llamadas rutinas de pensamiento de Robert Swartz. Mediante unos sencillos patrones, aprenderán a organizar, sintetizar y concretar sus ideas de forma razonada. Estas rutinas son, además, un buen instrumento para que los alumnos "aprendan" a pensar.

Normalmente, a la hora de poner en práctica las distintas rutinas de pensamiento, existen unos organizadores gráficos asociados que pueden ayudar a ordenar las ideas.

La rutina del titular

Para hallar un buen título para tu proyecto, tal vez la rutina del titular sea la más recomendable. Para aplicarla, sigue estos pasos:

  1. Plantea el tema de forma global.
  2. Pide a los alumnos que resuman en un titular el tema del proyecto.
  3. Escucha y anota las propuestas de la clase.
  4. Escoged, de forma conjunta, el titular más inspirador o que recoja mejor la esencia del reto.

Para facilitar esta primera tarea a los alumnos, te proponemos descargar la plantilla de la rutina de pensamiento Titular. Puedes imprimirles una copia para que hagan sus propias propuestas, así como puedes proyectarla en la PDI en el momento de hacer la puesta en común.

¿Cómo formular buenas preguntas?

Tanto si el título tiene forma de pregunta como si no, te sugerimos tener en cuenta las siguientes preguntas la hora de plantear un nuevo interrogante:

  • ¿Es una pregunta "productiva"? Es decir, parte de los conocimientos que ya poseen los alumnos para obligarles a activarlos de manera creativa. Una buena pregunta es aquella que empuja a hacer una mejor observación o un nuevo experimento.
  • ¿Está bien contextualizada? Las preguntas demasiado directas o sin ningún tipo de contexto suelen hacer que los alumnos se limiten a reproducir lo que han leído en el libro de texto. En cambio, si se contextualizan de manera adecuada, les invitan a expresar ideas propias y a activar lo que ya saben.
  • ¿Contiene alguna pista? A menudo es interesante que la propia pregunta ofrezca pistas que encaminen a los alumnos hacia la respuesta correcta. Un ejemplo de pregunta sin pista sería: Sin los microorganismos la vida en el bosque sería imposible. Justifica tu respuesta. Por su lado, la misma pregunta con pista sería parecida a esto: Teniendo en cuenta el ciclo de la materia y el flujo de energía, justifica la afirmación siguiente... ¿Estamos preguntando realmente lo que queríamos preguntar? ¿Estamos utilizando los verbos más adecuados a la actividad cognitivo-lingüística (definir, describir, explicar, justificar, argumentar) que queríamos activar?

Sugerencias

Si quiere saber más sobre la formulación de preguntas, te recomendamos el artículo de Neus Sanmartí y Conxita Márquez "Enseñar a plantear preguntas investigables", 2012, publicado en Alambique. Didáctica de las Ciencias Experimentales. Núm. 70, pp. 27-36.

Ideas para plantear preguntas detonadoras

Recuerda que un reto no deja de ser una pregunta, un enigma o un desafío que ha de ser resuelto. Para hacer buenas preguntas, debes tener en cuenta que estas sean:

  • Claras, concisas y precisas.
  • Formuladas en un lenguaje sencillo y un tono fluido.
  • Significativas.
  • Provocadoras del pensamiento.
  • Planeadas y secuenciadas según unos objetivos de aprendizaje.
  • Adecuadas al nivel del grupo.
  • Distribuidas en forma amplia (procura que responda el mayor número de alumnos) para atraer la atención del grupo.

Es importante, además, conceder el tiempo necesario para que los alumnos ordenen sus ideas y reflexionen antes de responder.

Si quieres saber si las preguntas que propones se ajustan a estos criterios, utiliza la siguiente tabla de valoración.

Preguntas estrellas

A la hora de crear preguntas de reflexión, te animamos a utilizar la rutina de las preguntas estrella. Esta permite expandir y profundizar en la reflexión con el fin de alentar la curiosidad de los alumnos y aumentar su motivación para preguntar. Consta de tres pasos:

  • Plantea  una lluvia de ideas con una lista de entre 10 y 15 preguntas sobre el tema, materia o concepto de estudio. Utiliza estas premisas de ejemplo para ayudarles a desarrollar preguntas interesantes:
     
    • ¿Por qué...?
    • ¿Cómo sería diferente si...?
    • ¿Cuáles son las razones...?
    • ¿Y si...?
    • ¿Y si supiéramos...?
    • ¿Cuál es el propósito de...?
    • ¿Qué cambiaría si...?
       
  • Revisa la lista de preguntas que parecen más interesantes. A continuación, selecciona una o más de las preguntas destacadas para debatir entre todos.
  • Elige una o dos para dialogar sobre ellas o sus respuestas durante unos minutos. Reflexiona: ¿Qué nuevas ideas tienes sobre el tema que no tenías antes?

Sugerencias

  • Antes de comenzar la rutina, es posible que quieras plantear a los alumnos reflexionen sobre qué consideran ellos que es una buena pregunta. Luego, cuando muestres los ejemplos, explica que esta rutina es una herramienta para hacer buenas preguntas.
  • Comienza la rutina proporcionando un tema: Los climas del mundo, Grandes inventos, La Edad Media... A partir, de ahí pide que utilicen los comienzos de preguntas planteadas para que ellos las completen.
  • Inicialmente, es mejor trabajar juntos como un grupo entero. Una vez que los alumnos hayan interiorizado la rutina, pueden trabajar en pequeños grupos, o incluso de manera individual.

Para facilitar esta rutina, te proponemos descargar la plantilla de la rutina de pensamiento Preguntas estrella. Puedes imprimirles una copia para que hagan sus propias propuestas, así como puedes proyectarla en la PDI en el momento de hacer la puesta en común.