Claves para elaborar un portfolio de aprendizaje

Además de ser un recurso que permite recopilar tareas y evidencias relevantes de un proyecto, un portfolio también ha de servir como instrumento de evaluación del alumno, ya que refleja la evolución de su aprendizaje y el camino seguido para alcanzarlo.

Un portfolio puede presentar varias formas y tener distintos propósitos, lo que obliga a tenerlos en cuenta antes de prepararlo. Dependiendo de los siguientes factores, se pueden distinguir distintos tipos de portfolios:

• Según el tipo de soporte: papel o digital.
• Según el uso que queramos darle: público o privado.
• Según quién sea su autor: docente o alumno.
• Según la finalidad: evaluación (formativa y sumativa); selección o recopilación de evidencias; certificación —de la adquisición de unos conocimientos—; o promoción —como superación de una prueba o para la adquisición de un título.

Guía para la elaboración de un portfolio

Sea cuál sea su propósito, en la elaboración de un portfolio se deben seguir estos pasos, haciendo más énfasis en unos puntos u otros según cuál sea el objetivo propuesto:

Fases de elaboración del portfolio

• Inicio. Presentación e índice.
• Aportación de evidencias:
  • Recogida de datos. Recopilación de la información que muestre sus evidencias de aprendizaje.
  • Selección. Extracción de la información más relevante.
  • Reflexión. Justificación de la elección de los trabajos y su relación con el aprendizaje adquirido.
  • Elaboración final y publicación. Exposición. Muestra de la aportación final de las evidencias.
• Valoración. Evaluación del producto final. Cada alumno debe conocer los criterios de la misma.

Si quieres saber cómo hacer una valoración objetiva de los portfolios, haz clic aquí para obtener más información.

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