Paisajes de aprendizaje

Una de las propuestas más innovadoras para construir el conocimiento de un modo significativo son los llamados paisajes de aprendizaje. Introducidos en nuestro país por Alfredo Hernando, dentro de su proyecto Escuela21, propone un nuevo enfoque  en el diseño y personalización del aprendizaje.

La idea de los paisajes de aprendizaje parte de la confluencia de la teoría de las inteligencias múltiples con la taxonomía de Bloom. El encuentro de estos dos modelos posibilita generar una matriz que permite diseñar hasta 48 tipos de actividades diferentes. Con ello, se logra establecer de manera distintos objetivos y, a la vez, las estrategias didácticas para alcanzarlos.

Si quieres conocer más sobre esta metodología, puedes descargar el  libro de Alfredo Hernando Viaje a la escuela del siglo XXI, libro descargable editado por Fundación Telefónica (con licencia CC).

Por ejemplo, si trabajamos en un proyecto sobre la primera mitad del siglo XX,  podemos crear estas actividades de acuerdo con los dos ejes:

  • Describir los cambios sociales de la época respecto a la anterior, a través de cronograma (aplicando así la inteligencia espacial).
  • Recordar los hechos históricos mediante textos literarios (relacionándolo así con la inteligencia lingüística).
  • Analizar los avances científicos de la época (inteligencia lógico matemática).
  • Escuchar diferentes compositores de la época y conocer la revolución musical de principios de siglo (inteligencia musical).
  • Crear una cadena de montaje, recreando el sistema de producción en serie industrial (inteligencia cinético corporal).
  • Revisar la evolución filosófica y la crisis ideológica de la época (inteligencia intrapersonal).
  • Describir los movimientos migratorios del campo a la ciudad que ocurrieron en la era de la industrialización (inteligencia naturalista).
  • Comparar las consecuencias psicológicas de la Gran Depresión con la Crisis económica actual (inteligencia interpersonal).

Completando una matriz como esta podrás generar un paisaje de aprendizaje propio y, al mismo tiempo, enriquecerá todo el proceso de creación y desarrollo del proyecto.

Sugerencia

Esto nos abre un escenario donde podemos crear itinerarios de aprendizaje adaptados a la diversidad de nuestros alumnos de forma más personalizada, empezando por ejemplo  por las actividades que más les motivan, según el  tipo de inteligencia que tienen predominante y atendiendo al mismo tiempo a sus ritmos de aprendizaje. Si se sigue este modelo, ni siquiera es necesario seguir la escala de objetivos de forma ordinal, ya que las experiencias realizadas han demostrado que los alumnos se sienten más motivados empezando por actividades más creativas.

La experiencia de entrar en una aula donde se implementan los paisajes de aprendizaje es totalmente distinta a la que estamos acostumbrados. Podemos ver a cada alumno trabajando en una actividad diferente: uno puede estar leyendo un texto, otro a su lado realizando un mapa conceptual, otro más allá escuchando música… Este escenario, que nos puede parecer inicialmente desorganizado, atiende en realidad las necesidades de los alumnos de una forma cuidadosa y altamente enriquecedora.