Desarrollo de las competencias clave desde el área de Tecnología

El carácter global y aplicado del área de Tecnología permite su contribución a la adquisición de las competencias clave. Su enfoque de la realidad se realiza desde una perspectiva que posibilita la puesta en práctica de conocimientos y técnicas que contribuyen, a su vez, al desarrollo integral de los alumnos.

Comunicación lingüística

La adquisición de conocimientos relacionados con el área implica necesariamente el uso de lenguajes distintos y de la lengua, tanto oral como escrita para el intercambio comunicativo, la búsqueda de información, la descripción de razonamientos, la argumentación, la comprensión de explicaciones y documentos técnicos, etc. Permite, por tanto, una aproximación a distintos tipos de situaciones comunicativas y discursos que promueven y a la vez requieren de esta competencia. Dichas situaciones contribuyen, además, a que los alumnos amplíen su vocabulario integrando los términos propios de la asignatura en su uso habitual.

Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología

El aprendizaje en el área de tecnología va orientado a adquirir conocimientos útiles, prácticos y aplicados a situaciones fuera del aula, contribuyendo de forma directa al desarrollo de las competencias básicas en ciencia y tecnología. Las técnicas de medición, el cálculo de escalas, análisis gráfico y de magnitudes, el razonamiento, la construcción de conceptos, la representación gráfica o las destrezas para razonar los resultados, así como su aplicación a la vida real, forman parte de la adquisición de esta competencia.

Por otro lado, tanto la competencia matemática como las competencias en ciencia y tecnología van orientadas a que los alumnos conozcan y comprendan de forma ajustada el mundo que les rodea, concretándolo en el funcionamiento de objetos, procesos o sistemas. Del mismo modo, el uso de herramientas tecnológicas en el desarrollo de la materia promueven la adquisición de la competencia tecnológica.

Competencia digital

El proceso de aprendizaje en el área de tecnología se basa en aspectos como la búsqueda, selección, organización y comprensión de información, el lenguaje gráfico y estadístico, el uso de herramientas digitales y otros procesos tecnológicos. Muchos de ellos se realizan gracias a las TIC a través del uso autónomo de las tecnologías, que permiten el desarrollo de esta competencia.

La búsqueda, el tratamiento y la presentación de la información realizado de forma crítica, creativa y segura a través de las TIC permiten también su desarrollo.

Aprender a aprender

El área de tecnología exige el desarrollo de procesos que requieren autonomía tanto para escoger y desarrollar estrategias de resolución de situaciones planteadas como para la búsqueda de información, la explicación de procesos o la reflexión sobre lo aprendido. Esto ayuda a reforzar el pensamiento propio, los valores y actitudes necesarios para que los alumnos ganen confianza en sí mismos.

La metodología usada ayuda a que el aprendizaje de la materia permita desarrollar la capacidad de reflexionar y de controlar los propios procesos de aprendizaje. Además, facilita la adquisición de hábitos de trabajo autónomo y metódico, incluyendo técnicas y habilidades variadas que ayudan al alumnado a ser cada vez más protagonista de su proceso de aprendizaje.

Competencias sociales y cívicas

El enfoque del área permite la adquisición de habilidades para el trabajo cooperativo y colaborativo, que promueve, a su vez, la gestión de conflictos, la negociación y la aceptación de puntos de vista distintos al propio en procesos tecnológicos como por ejemplo la resolución de problemas. La competencia se trabaja también a través de la interacción tanto entre el alumnado como entre los distintos elementos de la sociedad y del contexto en que se encuentran, dónde pueden aplicar los conocimientos y destrezas que adquieren en el área. De este modo los alumnos pueden obtener una percepción con sentido crítico del mundo que le rodea, contribuyendo así al desarrollo de conductas cívicas y responsables.

Por otro lado, en análisis del desarrollo tecnológico vinculado al cambio social y económico de los últimos años permite al alumnado desarrollar la capacidad de análisis y de tomar decisiones de forma fundamentada. El análisis delentorno desde una perspectiva tecnológica hace posible, asimismo, que el alunado adquiera consciencia de su función social y la ponga en relevancia relacionándola con la consecución de un entorno saludable y con una mejora de la calidad de vida.

Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor

La metodología con la que se desarrolla la materia propone la participación y la implicación del alumnado con una actitud constructiva, crítica y tolerante, mostrando iniciativa personal para conocer y entender su entorno. El área de tecnología, además, requiere el desarrollo de estrategias que implican planificación, buena gestión del tiempo y los recursos, la argumentación para justificar el proceso, etc., que ayudan al desarrollo la creatividad y del espíritu crítico, favoreciendo esta competencia. Los aspectos tecnológicos trabajados desde el área implican a su vez iniciativa para aportar soluciones a los problemas identificados en los procesos. El espíritu emprendedor, la capacidad de superación y la autocríticason otras cualidades que se desarrollan a través del trabajo del área. Se fomentan también aspectos para reforzar la confianza de los alumnos, invitándoles a desarrollar ideas nuevas y a enfrentarse con éxito a situaciones inciertas.

Conciencia y expresiones culturales

La tecnología contribuye al desarrollo de esta competencia en tanto que los proyectos tecnológicos tienen un inevitable componente artístico y estético. A la vez, cualquier elemento artístico presenta una estructura cuya creación, comprensión y valoración requiere conocimientos adquirido gracias al área. A través de estos contenidos se promueve la creatividad, la imaginación, la sensibilidad, la capacidad de comunicación y la consciencia artística, entre otros, del alumnado. El conocimientotecnológico, pues, contribuye a la conciencia cultural, así como también a la expresión artística. Los descubrimientos a lo largo de los años se consideran, del mismo modo, un patrimonio compartido que debe valorarse y apreciarse.