Enfoque didáctico del área de Música

Las unidades didácticas de la asignatura han sido definidas en base a la secuenciación de los contenidos y bloques temáticos establecidos por el currículo de la Comunidad Autónoma de Galicia. Los objetivos de aprendizaje planteados deben servir para que los alumnos desarrollen capacidades y habilidades básicas de escucha, ritmo, movimiento e interpretación musical.

El enfoque de la asignatura ayuda a los alumnos construir su propio conocimiento de forma progresiva y significativa a partir de una serie de propuestas didácticas que permiten:

  • Identificar y representar las distintas calidades sonoras de la voz, los instrumentos y elementos del entorno.
  • Adquirir conocimientos del lenguaje musical y su representación gráfica en partitura.
  • Conocer y emplear el vocabulario musical elemental y saber emplearlo de modo adecuado.
  • Interpretar piezas musicales de diversa complejidad empleando instrumentos variados clásicos o creados con materiales reutilizados.
  • Ser capaz de crear coreografías de diversa dificultad trabajando ítems psicomotrices de control de la postura y coordinación.
  • Reconocer y reproducir fórmulas rítmicas y de diversa complejidad.

A lo largo de las distintas unidades, la secuencia didáctica propuesta plantea abordar grandes bloques temáticos como la escucha, la interpretación musical, la música, el movimiento y la danza.

De manera transversal y a lo largo del curso, es necesario que los alumnos conozcan y pongan en práctica las capacidades, habilidades y las aptitudes propias del área, necesarias para conocer el mundo en que viven desde la perspectiva rítmica, melódica y musical, además del uso del lenguaje musical de modo correcto. En las distintas unidades didácticas se plantean actividades, ejercicios y tareas de carácter eminentemente práctico, destinados a la aplicación de una serie de procesos básicos: escucha, interpretaciones musicales sencillas, coreografías y creación de instrumentos musicales creativos, las actitudes adecuadas para la expresión emocional a través de la música y empleo de diversos instrumentos y herramientas musicales, tal y como apunta el currículo en vigor.

La estructura modular de las unidades didácticas permite abordar los distintos procesos cognitivos en base a la taxonomía de Bloom y sus posterio­res revisiones. Para ello, se cuenta con una propuesta secuenciada de actividades didácticas planteadas para abordar los contenidos de la materia.

Para que los alumnos entiendan los conceptos básicos de cada una de las unidades didácticas, debe emplearse un enfoque eminentemente práctico para acercar la música a los intereses del alumnado. Es por ello que las unidades acostumbran a empezar con ejemplos de situaciones cotidianas que ayudan a introducir algún concepto mediante el uso de secuencias de imágenes. Estos permitirán presentar el tema principal asociado a alguna situación de la vida cotidiana o recuperar conocimientos previos.

A continuación, se procede a profundizar y desarrollar dichos conceptos de manera progresiva, desde las ideas básicas o iniciales hasta las más complejas. De esta forma, los alumnos van construyendo poco a poco su conocimiento. En todo momento, se intenta acercar el contenido tratado a la realidad de los alumnos a través de actividades y dinámicas prácticas que ayuden a comprender, visualizar y asimilar los distintos conceptos, habilidades y capacidades a ejercitar. En este sentido, se potencian explica­ciones visuales e interactivas mediante simulaciones, manipulación de instrumentos y herramientas musicales, interpretación de piezas musicales sencillas y coreografiado a partir de ellas, etc., que ayudan a adquirir habilidades y actitudes.

La secuencia también incluye actividades específicas destinadas a la ejercitación, revisión y consolidación de los conocimientos y destrezas abordados en cada una de las unidades, tanto de forma grupal como individual.

Las actividades grupales incluyen prácticas y ejercicios para realizar en el aula con el fin de facilitar la comprensión de la materia por parte de los alumnos y hacerles partícipes de la construcción de su propio conocimiento.

Las actividades individuales consolidarán la práctica y adquisición de capacidades de escucha, movimiento, danza e interpretación musical. Con ello, el profesor dispone de recursos que permiten adaptar la ejercitación a las necesidades y progreso de cada alumno, mediante el uso de:

  • Actividades aleatorias que proponen ejercicios destinados a practicar las habilidades musicales para trabajar con dictados musicales, cumplimentación de partituras y fórmulas rítmicas…
  • Ejercicios y problemas a resolver para fomentar el entrenamiento personal en las interpretaciones musicales y en las capacidades motrices de control postural y coordinación a través del movimiento y la danza.
  • Recursos propios y de otras plataformas que permitan a los alumnos practicar y conocer su nivel de progresión.

Antes de acabar, se propone profundizar en el desarrollo de las competencias clave por parte de los alumnos a partir de la puesta en práctica de procedimientos concretos propios del área (escucha, interpretación musical, movimiento, danza…) con aplicaciones reales y en otras disciplinas. Con ello se quiere poner de relieve la importancia de la música como lenguaje de gran alcance en la vida real, ya que es un idioma mundialmente reconocible. También se pretende relacionar la música con distintas áreas del conocimiento.

Esto favorece el aprendizaje activo de los alumnos desde la aplicación, en contextos cercanos a su realidad, de los conocimientos que van adquiriendo. Para ello, también deben considerarse otras propuestas didácticas que buscan, además, propiciar el trabajo colaborativo, como las webquest.

Finalmente, la unidad se cierra con una serie de actividades prácticas de autoevaluación –fundamental para que los alumnos sean conscientes de sus errores y aprendan de ellos.

La amplitud y variedad de recursos TIC, la flexibilidad de la plataforma y la posibilidad que brinda de realizar un seguimiento individualizado de los alumnos, permiten adaptar libremente las propuestas didácticas para atender del mejor modo posible la diversidad del aula y aplicar las metodologías que mejor se ajusten a cada situación y grupo-clase.